viernes, 8 de julio de 2011

A 6 AÑOS DEL NO MÁS POSITIVO (abril 18th, 2002)

por Rulo Bregagnolo *
Esta historia comienzó en los años ’70, cuando la entonces Secretaría de Recursos Hídricos creó un Grupo de Trabajo para estudiar el aprovechamiento del Río Paraná, y se definieron tres posibles emplazamientos para la obra hidroeléctrica que pasó a llamarse Corpus Christi. Se descartaron dos, uno por constituir un estorbo en la distribución del flujo (Pindoí) y el otro por las malas características en las fundaciones (Itacurubí), quedando la opción Itacuá Candelaria, de la cual se hicieron los estudios de factibilidad del proyecto.
Sorpresivamente en el ’95, los entonces presidentes Menem, de Argentina y Wasmosy, de Paraguay documentaron, la voluntad de construir la represa de Corpus. De ahí en más, las ONGs ambientalistas de Misiones, que ya conocían la existencia del proyecto (algunas de ellas habían rechazado en su momento Urugua-í) salieron por los medios de comunicación, fueron a las escuelas, informaron a la sociedad explicando las razones para oponerse a semejante megaobra. Se sumaron las iglesias de distintos credos, también la clase política que en general evidenciaba falta de conocimientos sobre la cuestión.

Los partidos Justicialista y la Unión Cívica Radical, comenzaron a mostrar sus posturas a la sociedad. Una encuesta de la época marcaba casi el 80% de los misioneros por el NO, era entendible la posición de los partidos de no ir contra sus potenciales electores. A las resoluciones de la Convención Radical (agosto del 95) y la postura clara del PJ con toda su estructura por el No, se agregaron pedidos de informes desde la Cámara de Diputados con la firma de su presidente el Dip. Roberto Caballero al Poder Ejecutivo Nacional y a la Defensoría del Pueblo de la Nación.
También, ese año, se decidió llamar a plebiscito, los ambientalistas no estaban de acuerdo por la falta de garantías en la elección y fundamentalmente por el millón de pesos que costaría la compulsa, además de la exigencia de Personería Jurídica a las Ongs para ocupar espacios televisivos del Estado, amordazando la participación.
Se sancionó la Ley Nº 3.220, promulgada por el Decreto Nº 1.136, donde se estableció el régimen de consulta popular para que la población de la Provincia se expida, mediante plebiscito obligatorio y vinculante, aceptando o rechazando la construcción de la represa Binacional denominada Corpus Christi, cualquiera fuere su lugar de emplazamiento en territorio misionero sobre el Río Paraná. Por pedido del Gobernador Ramón Puerta se extendió el plazo de información para que la población pueda informarse más, para que haya mayor difusión de la consulta y por razones presupuestarias, además en enero -fecha según los plazos establecidos por la Ley- podría afectar la participación debido al período vacacional. Se sancionó la Ley 3.263 que establecía la prórroga, promulgada por el Decreto Nº 63, fijando el plebiscito para el 14 de abril de 1996, mediante el Decreto Nº 140.
Las ONGs ambientalistas salieron a difundir información mediante folletos, pasacalles, afiches, hechos con el aporte de vecinos y comercios. Las Iglesias por su parte en distintos encuentros y los partidos políticos moviendo sus estructuras por el NO. Aunque algunos líderes políticos dejaban entrever su Sí.
La gran convocatoria, realizada por la Iglesias y organizada por los movimientos ambientalistas (hoy nucleados en la Red de Asociaciones Ecologistas de Misiones -RAE-), fue el 16 de octubre de 1995, a las 13:00hs en la ciudad de Corpus.
Llegaron lanchas desde el sur y norte de la provincia por el río Paraná, la mayoría de las embarcaciones representando a los clubes de pesca, trayendo consigo a la cúpula política del partido mayoritario que manifestó con todo su oposición a la obra, de igual manera el Intendente de Corpus, Ignacio Nemeth, y uno de los gremios más importantes de Misiones, Luz y Fuerza, así como la CTA, UDPM, ATE, MAM. La presencia más numerosa la constituyeron las Iglesias, que en un acto ecuménico dieron su postura en defensa de la vida, representada en la palabra del Obispo Piña. El broche de oro fue la voz autorizada para hablar de derechos humanos, ambiente y justicia social, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980.
Este evento marcó el resultado de la consulta que se realizaría después, y que hoy se mantiene firme como el lapacho negro que el Premio Nobel, el intendente de Corpus y una ecologista plantaron al lado del Monolito que guarda la memoria de cada mensaje incorporado ese día para ser abierto recién luego de 100 años.
Sin reparto de chapas de cartón, colchones, frazadas, alpargatas, con la ausencia del humo de los choripanes, ni camiones para transportar gente, transcurrió la jornada del 14 de abril. No hubo reparto de boletas y hasta las fuerzas de seguridad veían la tranquilidad del acto democrático. Todos sabían lo que el pueblo misionero quería. No hubo dudas en la transparencia, no se escuchó la temida palabra fraude, algo no común en votaciones.
La Justicia Electoral habilitó 476.404 electores (229.876 mujeres y 246.528 hombres) para que voten en las 893 mesas establecidas en las escuelas de Misiones, casi la mitad de las que disponen en elecciones generales. La participación fue del 62,85% del padrón electoral y el 88,63% dijo NO a la construcción de la represa Binacional de Corpus, cualquiera sea su lugar de emplazamiento sobre el río Paraná, 9 de cada 10. Un porcentaje ínfimo de Sí, votos nulos y blancos. Este resultado fue ratificado por la Ley 3.294.
Así los misioneros marcaron un hito en la historia provincial y en la campaña mundial contra las represas, una lucha por la defensa de los derechos soberanos y la solidaridad de un pueblo consciente de que en un ambiente sano no hay pobreza ni miseria, siendo estas, consecuencias de inadecuadas y mezquinas políticas de un seudo desarrollo, que sólo ven la naturaleza como generadora de dinero y no como complemento del progreso humano.
Han pasado 6 años, en todo este tiempo ningún funcionario se ha tomado el trabajo, aunque tienen los sueldos pagos por el pueblo, de elaborar alguna estrategia de desarrollo o alternativas de crecimiento para Misiones que no dependan de la destrucción ocasionada por una represa, de pensar en un rumbo cierto, no egoísta, para los que seguirán poblando la provincia.
¿Acaso el silencio de muchos de nuestros representantes tiene precio?
Hace 1101 días la RAE presentó un Anteproyecto de Ley denominado en Defensa de los Cursos de Agua, que daba el cierre definitivo a la historia de las mega hidroeléctricas en los ríos que rodean a Misiones. Sigue ahí durmiendo esperando a que un diputado con actitud responsable y comprometida piense en su pueblo.
Durante su gestión, el Gobernador Rovira insistió en sus discursos, pidió apoyo a los intendentes, se crearon órganos y comisiones especiales, diputados misioneros que antes dijeron No, en el Congreso Nacional piden medios para realizar los estudios de factibilidad pendientes, se fabrican encuestas tendenciosas, llegando a tal punto la desesperación por concretar la obra que el gobernador, a través de los medios, anunció la convocatoria de un nuevo plebiscito para octubre del 2001.
En mayo de ese año, los diputados Rodríguez, Ayala y Ligorria, los tres del PJ, presentaron un proyecto de ley para llamar a un nuevo plebiscito que se realizaría en forma conjunta con las elecciones legislativas de ese año. ¿Otro avasallamiento al pueblo por parte de los funcionarios? De llamarse a un nuevo plebiscito, debería ser para ver si la población quiere o no un nuevo plebiscito para la construcción o no de Corpus.
Se especulaba con el reparto de las regalías como quién tira caramelos al aire, entre la provincia, los municipios afectados, los restantes y las ONGs ecologistas. La RAE rechazó ese chantaje.
La mejor excusa para camuflar la palanca de desarrollo es el llamado a licitación para el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), adjudicado al Consorcio Harza-Iatasa-Tecma, a un costo de u$s 681.000, aportados por la EBY y a realizarse en un plazo de 6 meses, tiempo insignificante para expedirse con seriedad científica sobre un ambiente tan complejo como la zona de afectación del embalse.
¿Por qué en vez de gastar dinero en hacer el estudio de impacto ambiental de una obra repudiada por la población o de llamar a un nuevo plebiscito, no se subsidian las propuestas de energías alternativas de la Facultad de Ingeniería de la UNaM en Oberá o bien se invierte en programas de investigación para desarrollar sustentablemente, de una vez por todas, a Misiones?.
Las quejas al Defensor del Pueblo de la Nación fueron hechas, la información sobre los daños que ocasionan las megaobras son conocidos, la gente está harta del manoseo. Mientras, el río sigue medianamente libre, los concursos de pesca deportiva tienen más embarcaciones que peces enganchados, el pueblo misionero sigue de pie y los representantes que siguen sordos deberán entender que llegó la hora de escuchar.
——————
(*) Presidente del Grupo Ecologista Cuña Pirú
ONG miembro de la Red de Asociaciones Ecologistas
Misiones, Argentina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario