viernes, 12 de agosto de 2011

Somos Ríos, somos Libres


En los últimos meses muchas personas nos preguntaron si el “no a las represas” era una movida estratégica-política.  A lo cual siempre respondimos que puede ser, es posible que así sea. Suponemos que oponerse a semejantes mega obras seguramente favorece a algunos sectores y enfrenta a otros, pero hay algo que debe quedar  muy claro y es que la búsqueda del bien común no es propiedad de ningún sector o partido político, el cuidado del medio ambiente  y protección del mismo es un contrato irrevocable que los humanos firmamos con la naturaleza el mismo día en que nacemos.
El hombre decide qué hacer con sus costumbres y prácticas, pero debe respetar el eterno pacto que tiene con la vida
Todos los hombres en cierta forma hacemos política es una cualidad constante en la especie,  la diferencia es como o sobre que ejercemos nuestra política.
La toma de decisiones es un derecho, la responsabilidad una virtud, y el respeto una obligación. Qué interesante sería poder juntar estas tres cualidades a lo largo de nuestra vida para ser más consecuentes a las realidades  humanas.
Que importante sería que los gobiernos empiecen a mirar sus ombligos y se den cuenta de donde salen las materias primas que alimentan a las naciones y bajo que costos humanos y ecológicos alzan sus discursos,
Qué importante sería poder generar verdaderas políticas ecológicas que defiendan nuestra sustentabilidad, patrimonio, y hábitat.
Qué diferente sería si pudiésemos unirnos en comunidad para promover el respeto en nuestro entorno.
Y qué grandioso sería poder levantarnos un día por la mañana y sentirnos felices porque un nuevo hombre o mujer ha despertado a la vida siendo parte de ella y no simplemente un pasajero.

Se debe entender que la naturaleza  forjó un equilibrio infinito y que los humanos solo somos una mínima parte del mismo, por lo tanto cada acción que realicemos como especie y en contra de nuestro entorno, exige una respuesta inmediata de la naturaleza para restaurar  el balance.
El planeta, durante millones de años, a partir de su formación inclusive durante la misma se ha estado moviendo y modificando en una danza infinita, donde fuimos invitados como especie a bailar a su ritmo, no es nuestro derecho cambiar la música geológica ni proponer nuevos pasos, nuestra obligación es preservar a toda costa esta hermosa danza sideral porque de ella depende nuestra subsistencia.
Los crímenes ecológicos que llevamos sumados a nuestro prontuario son infinitos: deforestación, represas, quema  y liberación de crudo, radiación nuclear, contaminación de recursos hídricos, toxinas liberadas en el ambiente, etc.  Todo forma parte de una sentencia que no demorará en llegar cuando menos la esperemos. La tierra no sabrá distinguir entre ricos, pobres, razas o partidos políticos, la tierra nos cobrará como especie humana y en efectivo.
Consideramos que el primer objetivo existencial de Movimiento Ríos Libres se va cumpliendo de a poco  y es una gran alegría saberlo, el feedback   en aumento que vamos teniendo  vuelve a despertar  nuestros maltratados sueños de vivir en un ambiente respirable como respetable; un ambiente donde podamos volver a recuperar nuestras costas amenazadas, un ambiente donde la dignidad de un árbol valga tanto como la de un ser humano; un ambiente donde podamos asegurar para nosotros y nuestras generaciones venideras la natural sustentabilidad.
Un general Romano decía “Lo que hagamos en la vida hará eco en la eternidad”   

Gracias a todos por ser Ríos Libres






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