Conceptos y efectos de las represas
Según la Comisión Mundial de Represas (CMR), "la represa es una obra, generalmente de
cemento armado, para contener o regular el curso de las aguas, o para detener y almacenarla
en forma artificial", es decir, “ataja la corriente de un río con fines de riego, para controlar las
inundaciones o para generar energía eléctrica.
De todos modos, las investigaciones demuestran que las hidroeléctricas no sólo generan
impactos negativos social y ambientalmente, sino que aportan significativamente al
calentamiento global dado que emite grandes volúmenes de dióxido de carbono y de metano,
los dos gases más importantes del efecto invernadero.
Según el Instituto Nacional Brasileño para Investigaciones Espaciales (INPE, en inglés), las
grandes represas podrían hacer la mayor contribución al calentamiento global, emitiendo 104
millones de toneladas de gas metano cada año.
Las investigaciones llevadas a cabo por los científicos, establecen que las 52.000 represas en
el mundo contribuyen más de 4% al calentamiento global debido al impacto de actividades
humanas.
El metano es un gas más potente que el dióxido de carbono para atrapar el calor, aunque no
dura el mismo tiempo en la atmósfera. En ese sentido, un año de emisiones de una represa
grande, tiene un impacto de calentamiento equivalente a más de 20 años de 7.5 billones de
toneladas de dióxido de carbono.
Sin embargo, según la Secretaría de Energía de la Nación, en los próximos quince años
Argentina podría estar construyendo veintiocho nuevas represas hidroeléctricas. En la nómina
no está incluida la de Paraná Medio; en cambio aparecen las binacionales Corpus, Garabí, e
Itatí Corá, a la altura del norte de Corrientes.
Algunos científicos describen el efecto de la construcción de 88 represas en 45 años. Según
ellos, el peso del agua inclina el eje de rotación de la Tierra. Si bien la velocidad de la Tierra
esta disminuyendo debido a la gravitación del movimiento de la luna, cada uno de esos
reservorios contiene por lo menos 2,5 millas cúbicas de agua, lo que pesa unos 10.000millones de toneladas. Cabe destacar que estas represas guardan la mayor parte del líquido
vital almacenado del mundo.
33% de ella fluye; y que menos del 1.7% lo hace por cauces (ríos). "Hemos represado la mitad
de los ríos del mundo a la tasa sin precedentes de uno por hora, y en dimensiones también sin
precedentes de más de 45 mil represas" en más de 140 países del mundo, de una altura de
más de cuatro pisos, afirma la Comisión.
Las extracciones totales anuales de agua dulce de lagos, ríos y acuíferos del mundo, se
calculan en la actualidad en 3,800 kilómetros cúbicos, dos veces más que apenas hace 50
años. Entre un 30 y un 40% de las tierras irrigadas en todo el mundo dependen en la actualidad
de represas.
Desde los años 30 hasta los 70, la construcción de represas se convirtió, a ojos de muchos, en
sinónimo de desarrollo y progreso económicos.
Esta tendencia, según la CMR llegó al máximo en los años 70, cuando se inauguraban un
promedio de dos o tres grandes represas cada día en alguna parte del mundo.
Según la Comisión, la inversión total en represas superó los 2 billones de dólares, cuestión que
favoreció el aumento de la deuda externa de países pobres y en desarrollo.
Para la CMR, las represas afectan las relaciones dentro y fuera de las naciones; entre
poblaciones rurales y urbanas; entre intereses río arriba y río abajo; entre los sectores
agrícolas, industrial y doméstico; y entre las necesidades humanas y los requerimientos de un
medio ambiente sano. Así también, fragmentan los ríos del mundo, ya que alrededor del 46%
son modificados por una gran represa.
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